Uno de los aspectos importantes para adquirir la escritura es el desarrollo del área motora. Cuando el niño es pequeño empieza por tomar los objetos principalmente con la palma de su mano. Esto es fácil de ver cuando comienza a hacer sus primeros rayones con los crayones, los empuña para trazar.

Pero conforme va madurando y los músculos de sus dedos se van fortaleciendo, es capaz de tomar un lápiz entre los dedos índice, medio y pulgar.

En la escuela, el primer grado de preescolar es el periodo dedicado a este desarrollo. Se llevan a cabo muchas actividades como hacer pelotitas con diversos materiales, rasgar papel, pegar confeti, hacer rollitos; actividades en donde se requiere el trabajo con los dedos apretando y formando para ejercitar los músculos.

A veces los niños tienden a colocar el dedo medio sobre el lápiz, porque de esta manera sienten más apoyo, sin embargo, esto hace que ejerzan mayor presión a la hora de escribir, que la mano se canse o que los trazos se hagan con menor calidad.

La manera correcta de tomar el lápiz es colocándolo sobre el dedo medio, sólo el dedo índice sobre el lápiz y el dedo pulgar sosteniéndolo.

En el mercado ahora hay una gran variedad de lápices y colores con forma triangular que facilitan este proceso, ya que en cada uno de los lados de ese triángulo se coloca cada dedo.

Si tu hijo o tu alumno después de este grado no logra tomar correctamente el lápiz, es probable que tenga dificultades posteriormente para trazar la letra con fluidez y calidad.

En casa puedes ponerlo a jugar con pinzas de ropa, pinzas de pan pequeñas, pasar líquidos de un traste a otro con goteros, con jeringas, que ponche plástico burbuja, que abra y cierre bolsas de plástico con cierre, a ensartar cuentas pequeñas (con la debida supervisión); todo lo que implique apretar con las yemas de sus dedos para fortalecerlos.

Si aún con los ejercicios no lo logra, no dejes pasar el tiempo, permíteme ayudarte.